La historia de Pedro Alonso López es una de las más escalofriantes en la criminología mundial. Apodado el “Monstruo de los Andes”, este asesino en serie colombiano confesó haber matado a más de 300 niñas en Colombia, Ecuador y Perú durante las décadas de 1970 y 1980. Su caso está rodeado de teorías inquietantes y misterios sin resolver que lo convierten en uno de los criminales más aterradores de la historia.

Los inicios de un asesino
López nació en 1948 en Colombia y tuvo una infancia marcada por la violencia y el abuso. A los 18 años, fue encarcelado por robar autos y, según sus propios relatos, fue víctima de agresiones en prisión. Al salir, comenzó su ola de asesinatos, atacando principalmente a niñas de entre 8 y 12 años en zonas rurales.
Su modus operandi consistía en ganarse la confianza de sus víctimas con regalos o promesas de ayuda antes de llevarlas a lugares apartados, donde las estrangulaba y ocultaba sus cuerpos en fosas comunes.
Captura y liberación: ¿Dónde está López?
Fue arrestado en 1980 en Ecuador, cuando intentaba secuestrar a una niña. Tras su captura, confesó haber matado a más de 100 menores en ese país, así como en Colombia y Perú. Las autoridades descubrieron varias fosas con cadáveres, lo que confirmaba su testimonio.
López fue condenado en Ecuador a solo 16 años de prisión, la pena máxima en ese país en ese momento. En 1994, fue liberado por “buena conducta” y deportado a Colombia, donde fue detenido nuevamente por un asesinato previo. Sin embargo, en 1998 fue puesto en libertad bajo fianza y desde entonces su paradero es desconocido.
Teorías y misterios en torno a su desaparición
1. ¿Sigue vivo y matando?
Existen rumores de que López pudo haber cambiado su identidad y seguir asesinando en otras regiones. Se han reportado casos de desapariciones en zonas rurales de Colombia y Perú que algunos atribuyen a su posible regreso.
2. ¿Fue ejecutado por las autoridades o víctimas?
Otra teoría sugiere que, tras su liberación, fue asesinado por familiares de sus víctimas o incluso por grupos de justicia por mano propia que no querían verlo en libertad. Sin embargo, nunca se encontraron pruebas de su muerte.
3. ¿Vivió oculto con una nueva identidad?
Algunas fuentes creen que López recibió protección de alguna organización criminal y que pudo haber cambiado su identidad para evitar ser rastreado. La falta de registros oficiales sobre su destino alimenta esta posibilidad.
El impacto de su historia
El caso de Pedro Alonso López sigue generando horror y debate. Es uno de los pocos asesinos en serie con un número tan alto de víctimas confirmadas que desapareció sin dejar rastro. Hasta el día de hoy, su historia es un recordatorio del peligro que representan los depredadores en serie y de las fallas del sistema judicial que permitieron su libertad.